Hace tiempo que tengo este edificio en mente, el Hotel de Nimpong. Un paseo de sábado por la mañana me condujo hasta este lugar, junto al Dreamland del friend Mabelle. Quede impresionado por la textura de sus muros, la elegancia del vestíbulo minimalista y las celosías en el recorrido al interior. Unos elementos de diseño propios de los 60s de gran interés; este edificio pudo salir en las revistas de arquitectura de su época. Sin embargo, un grupito de vendedoras sustituía al conserje del hotel en el porche y en lugar de la recepcionista una cocinera afanosa preparaba la comida en un hornillo. En el interior, unos espacios oscuros en lugar de los elegantes corredores enmoquetados (y mejor paramos aquí la descripción). Desconcertante.
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